El vocalista de 30 Seconds to Mars Jared Leto, quién además es - ex modelo, estudiante de arte y consumado actor (Fight Club, Alejandro, Requiem por un sueño) - le cuenta a James Wigney por qué la música siempre fue su primer amor.
Mi hermano Shannon y yo siempre hemos estado rodeados de música. Heramos dos niños pobres, que subimos el camino de la orilla fangosa del río Mississippi, en Luisiana vivíamos con cupones de alimentos en una mano y nuestros instrumentos en la otra. Shannon ha estado tocando la batería desde que tenía cinco o seis años de edad, firmamos por fin como banda en 1998 (30 Seconds to Mars con EMI), por lo que ha sido un largo camino.
Nos criamos en torno a artistas con una educación muy común. Había un montón de hippies alrededor y la música era algo que siempre estaba rondando. Siempre había instrumentos, el arte era la forma en que uno se expresaba. La creatividad, el arte y la música fueron la misma cosa.
Siempre me han gustado las bandas que tienen un fuerte sentido de identidad. Que quedé claro que no tratamos de emular nada. Es mucho mejor para mí, concentrarme cada vez más en lo que soy, en vez de pensar en alguien más.
Música, actuación, dirección, escritura todo viene del mismo lugar. Hay diferentes maneras de expresarte, hay muchos caminos, hay que disfrutar del proceso. Tienes que seguir tu instinto, tu corazón y tus impulsos creativos. Estamos muy ocupados con la música en estos días y estoy muy contento y realizado de manera creativa por eso.
Salimos de EMI y se nos demandó por $ 30 millones. Fue una batalla intensa.
Luchamos por un par de años mientras hacíamos nuestro último disco (This is War). Nos auto-financiamos y contratamos a un productor y nos encerramos en el estudio en las colinas de Hollywood y tratamos de hacer el disco de nuestras vidas. Había mucho en juego y estamos contentos. Ahora que todo ya paso, tenemos otras batallas que pelear. Fue para mejor hemos aprendido mucho unos de otros y de nosotros mismos. El conflicto es parte importante y es necesaria en la vida y puede ser un gran maestro.
Kanye West llegó y me pidió que dirigiera un video de él.
No pudimos encontrar el tiempo para trabajar en ello, pero oyó la canción (hurricane) y le gustó y le pedí que cantara en ella. Las imágenes de la sexualidad y la provocación en el clip terminaron siendo un poco controvertidas.
Fue difícil, pero creo que valió la pena. Hubo varias redes de todo el mundo que lo prohibieron directamente, y la mayoría de los que lo programaron, lo desterraron al horario de noche. Sin duda, alentó un debate y el debate creo que es bueno.
Yo soy un artista, así que mi opinión es y será siempre a favor de la expresión y el derecho a hacer algo.
Todavía hay personas que trabajan en empresas importantes y ayudan a los artistas como yo a compartir su arte con el mundo. Siempre se necesita gente que te ayude a construir cosas, ya que no puedes hacer nada solo. Sin embargo, hay nueva tecnología y formas en las que puedes conectarte directamente con los fans y sacar el máximo provecho de ello.
Siempre me ha gustado Australia. Es un lugar que realmente nos entiende y nos anima y cree en nosotros. Hicimos un show increíble, es la audiencia más emocionante y llena de energía y nos encantó. Deseamos volver pronto.
Fuente: couriermail.com.au
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