Por Rolling
Stone
En el departamento de los nombres cariñosos
que no requieren la interpretación profundamente metafórica, esta Judas, un
lobo - sí, un lobo! - que Jared Leto solía poseer. "Él nunca se colgó de
los perros," recuerda la estrella de rock (su banda, Thirty
Seconds to Mars, solamente dio un espectáculo
triunfante en el Hollywood Bowl) y actor (estrella en la nueva película
aclamada Dallas Buyers Club).
"Él siempre tubo un ojo sobre las colinas. Era un animal tan especial, y
un asesino. Un día, yo me caí y salí rodando por la ventana del coche. Él
saltó, salió controlado y me trajo un ganso canadiense."
Incluso aunque él sea vegetariano desde
hace mucho tiempo, Leto quedo impresionado. Pero lo mas importante que uno
puede llevarse de esta historia es que Jared Leto es la clase de tipo que
tendría un animal salvaje como animal doméstico. La clase de tipo que no acepta
la idea de límites. Con 41 años, Leto ha sido famoso desde la administración de
Clinton - él se abrió camino con Claire Danes mostrando el interés amoroso de un malo y soñador muchacho en My
So-Called Life.
Desde entonces, él ha aparecido en más de
20 películas, incluyendo American Psycho, Fight Club y
Requiem for a Dream. Pero en 1998, él lanzó Thirty
Seconds to Mars, aun cuando él sabia que lo
etiquetarían como un diletante, o peor. Y hace aproximadamente seis años, escucho
expertos consejos, que Leto decide enfocarse en su carrera como músico. "Lo recomiendo para aquellos que
siguen cualquier profesión – vaya y persigan algo más," dice él. "Creo
que esto me hizo una mejor persona, pero seguramente me hice mejor actor."
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